Camisetas personalizadas para dormir, ¿qué son y como comprarlas?

Hay mil formas de irte a la cama y aunque la comodidad es siempre esencial en muchas ocasiones también va bien un poco de estilo. Las camisetas personalizadas para dormir son un ejemplo excelente de prenda confortable e inteligente, apta para hombres, mujeres, niños y también embarazadas, cada uno de ellos con la talla apropiada. Comprarlas no es siempre sencillo ya que cuando vayas a la lencería a intentar comprar una camiseta personalizada te intentarán convencer de que compres un pijama de verano, un camisón de abuela o un producto similar.


La diferencia entre un pijama del montón y una camiseta personalizada es abismal. Primero por comodidad, luego porque la camiseta personalizada será más barata que un pijama y luego porque tendrá el look que a ti te guste, pudiendo llevar motivos infantiles o juveniles que quizás no cuadren demasiado con el look diario que te impone tu estilo de vida. Saca tu lado más friki o más tierno sin pudor ¿Eres un fan de Star Wars, juego de tronos o Shreek? ¿Hay algún animal que te apasione?

Las camisetas personalizadas para dormir las puedes conseguir en cualquier tienda online de camisetas personalizadas, sólo tienes que asegurarte que coges una talla bien grande, y no estaría mal que preguntaras si tienen alguna de tipo extralargo, tipo camisón. Un precio normal estará entre 8 y 20 €, lo mismo que te puede costar una camiseta de algodón decente en tiendas como Zara, H&M, Desigual, Adolfo Dominguez, Bershka o Adidas. Pero con la ventaja que estará 100% personalizada.

La única excepción son las mujeres embarazadas, los bebés y niños pequeños. En este caso lo que hay que hacer es buscar una tienda especializada. En el caso de las mujeres embarazadas encontrarás camisetas para dormir en tiendas como Kiabi, Verbaudet, Babykuto o El Corte Inglés, con algunos diseños que quizás te gusten. La otra opción es buscar un modelo blanco o crudo, buscar el diseño que te guste y llevarlo a una imprenta digital para que lo impriman. O quizás sirva una fotocopiadora. Cuando yo era chaval en la fotocopiadora más avanzada del barrio les podías llevar una imagen en papel y te la imprimían en una camiseta blanca. Yo lo hice varias veces cuando era chavel, consiguiendo así camisetas que llevaban algunos de mis cuadros favoritos de Dalí.